domingo, 8 de diciembre de 2013

Faseolamina, un aliado en nuestra alimentación

La faseolamina se descubre en 1975, y es una glicoproteína que proviene de los frijoles blancos. De ellos se extrae una sustancia natural que trabaja inhibiendo la enzima alfa-amilasa que produce el páncreas y que libera al intestino delgado tras la ingestión de comida.


La labor de esta enzima es degradar las cadenas de almidón convirtiéndolas en glucosa, de esta manera atraviesan la barrera intestinal y a través de la sangre llegan a las células y así nos nutren. Por lo tanto, la faseolamina impide que esto suceda, así los carbohidratos ingeridos no se absorben y se anula su aporte calórico.

De esta forma, al comer alimentos como las papas, el arroz, la pasta o el pan absorberemos una menor cantidad de calorías, por lo que es ideal para personas que tienen un exceso de peso grande y que no se quieren privar siempre de este grupo de alimentos.

La desactivación de la enzima dura aproximadamente una hora, por lo que la faseolamina debe ser consumida antes de la comida, permitiendo que así el 75% del almidón consumido pase directamente al sistema digestivo.

Clínicamente no se han observado efectos secundarios adversos, los participantes refieren buena tolerancia. Aunque se constata que la faseolamina reduce la absorción de calorías, el resultado final dependerá de cada persona, de sus características individuales, hábitos alimenticios y estilo de vida.

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